martes, marzo 02, 2010

El asesinato del otro Titán.

Como lo hiciera casi dos siglos atrás su "pater et magister", el abominable hombre de las leyes, al no poder soportar la grandeza de su gigante coetáneo, decidió matarlo… ya bien físicamente en la conspiración septembrina, o ya bien tras el abusivo mani-culi-teteo de de la ley revestida de ridícula pompa jurídico jabonosa.

Esta nueva versión de conspiración, ahora lupernal, recrea en todo el espíritu de aquel. Ábranse los altares de la patria para recibir este engendro de envidia y cobardía ahora revestido de constitucionalidad (que finalmente, es lo que ha ellos les de la gana que sea).

¡El espíritu de don pachito sea con vosotros! Eternos hijueputas.

No hay comentarios.: