domingo, diciembre 30, 2007

Los intelectuales mansos como autores del conflicto, o por su sigla mansos autores intelectuales

Engranaje fundamental para imponer el socialismo o muerte son los autodenominados intelectuales, (el frente pedófilo) los hijos del método, los apegados a la academia, que gracias a ello y solo por ello están por encima del bien y del mal. Pues no hay y no habrá laboratorio donde se estruje la molécula del mal, (bueno, tal vez zarandeando en una centrifuga durante 5 mil años a Tirofijo, Carlos Gaviria, Enrique Santos, además de platales, caiga el ADN de la hijueputez); la del bien, si, ya ha sido sintetizada y a la vez ha sido despreciada, de lo puro justos, por ellos, los translucidos, los incontaminados, los asépticos, los hijos del saber.

Han aprendido que la distancia que da el “explicarlo todo” los pone de patitas en el olimpo, avatares que han superado la pobre condición humana, pontífices que juegan con la estructura del mundo, artistas que trasmutan en belleza todo lo que tocan.

También han aprendido que cuando la cosa se pone demasiado hedionda, y que la cuasi perfecta coartada moral de promotores y usufructuarios se pone en evidencia, corren a romperse las vestiduras (el viejo truco) por la fealdad de los métodos y se les ofuscan las entendereras.

Tomar partido contra maricadas como el derecho a disponer de la vida de los demás, porque el mundo no es lo que les parece; o contra naderías como a “retener” por unos añitos a quien se atraviese, son apreciaciones subjetivas, carentes de evidencia empírica, en fin, tonterías de ignorantes.

Como dijo el Maestro Arenas Betancur, preguntado sobre que mensaje quería darles a sus secuestradores: “Hijueputas”