sábado, octubre 04, 2008

b Obama nia

Como no escuchar en el estridente estribillo que para-grilla la oposición rabiosa, la voz rota de la ilusión caguanesca, la de la revolución perdida, la del adiós del paraíso gratis e igualitario de la canallesca pro fariana.

Como dejar de sentir el hondo clamor por la patria de infinita miel, en las sentencias de las cortes, que más allá de hacer justicia, están reparando el mundo, y no lo entregan sin desventuras, debidamente farcorientado y todo signo contrario castigado. ¡Ohhh! infinitas gracias a estos magnánimos dispensadores del bien, cualquier pensión que se pongan es chiquita, dadores de un mundo nuevo.

Tu reino de mermelada no se ha perdido, mientras la simiente del sueño bObamalicon caiga en tierra propicia. Todo nos será dado.