Este fue el comentario que hice al post de Alejnadro Gaviria del Espectador en el que categorizaba las opiniones sobre Carlos Gavira.
Ninguna de las anteriores
Aunque puedo convenir (por desidia) en que caigo dentro de los exagerados, creo que merezco una categoría más allá (¿orate?)
Mi tesis para optar por ese titulo es: No es que carlitos legitime a las farc, es que carlitos y las farc son dos caras del mismo proyecto político-criminal (como el cajero y la tarjeta… ¿y la clave?).
Propongo seguir dos hilos para al final jalar de ellos y encontrar tras bastidores a carlitos de coji pipido con adivine quien
La sociedad colombina, como toda sociedad, esta montada en algo a así como un contrato social (según tesis de algún mueco). Una de las principales cláusulas (no faltará quien pida fotocopia autenticada) acordadas por quienes han manejado esto últimamente ha sido la connivencia. ¡Si hombre!, el cvy, o el partamos la marrana, o el hagámonos pasito, que en el terreno político se ha traducido en “zona de despeje” o en la “solución negociada del conflicto” o en inhumano comercio de vidas humanas del “acuerdo humanitario”.
Estratagema mediante la cual la repartición del poder quedo del siguiente modo, por un lado; el antiguo régimen liberal-conservador, el bando de los ladrones, que delimitó y aseguro la zona donde sus quehaceres estarían a salvo y rentando a lo correcto (también pacto con la mafia); y por el otro las farc, el bando de los asesinos, que gracias a este acuerdo obtuvieron su pedacito de carne fresca colombiana donde clavar su puñal, eso si hecho del más tierno ideario de avanzada social, aupado por la “intelectualidad” y la mamertocracia. Que al estar aquellos en lo suyo y estos en lo de ellos, dio lugar a que se desatara el puñal contra puñal de los paras, contra estos ¿Excesiva simplificación del drama de una sociedad tan compleja como la colombiana? O ¿descubrimiento del agua tibia?
Como me gustaría abundar en otras cláusulas de este contrato social, a bueno unos rengloncitos para comentar como la mamertocracia, y la autodenominada “intelectualidad” de izquierda “jartan” como náufragos recién rescatados del plato de la justicia social. Pero para ello nada mejor que el Paisbizarro.blogspot.com del agudísimo Jaime Ruiz.
El otro hilo, es que hay una Colombia no claudicante, que se hastió de la connivencia, es la Colombia de la base que ha impuesto sus condiciones y ha reconocido a su líder. Adiós al antiguo régimen (que por ahí trata de acomodarse) y ¡Ohh! Dolor, pero que dolor, el de la izquierda parásita que ve perder todas sus conquistas obtenidas gracias a la combinación de luchas (secuestros y asesinatos) y unida (lo cual es un contrasentido) se la juega con sus dos caras, la encriptada de papa noel y la de la teofilo.
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